La luna llena o el plenilunio es una fase lunar que se da cuando la tierra está entre el Sol y la Luna. Esta fase está visible durante toda la noche debido a que nace cuando el sol se oculta y finaliza cuando este sale al siguiente día, prácticamente la luna toma la luz del astro rey y nos  ilumina con su luz plata.  Este espectáculo ocurre cada 29/30 días cuando se completa el ciclo lunar. Partiendo de la explicación astronómica quiero preguntarles ¿entienden ahora por qué son días para VER mejor? Porque hay suficiente luz para iluminar nuestra sombras y las sensibilidades que guardamos en nuestras noches internas.

Cada vez que tenemos luna llena todo lo sutil que yace en nuestra esencia se hace más intenso, nos sentimos más creativas e imponentes y, si no hemos trabajado en la armonía personal, podemos abrumarnos.

La fase de la luna llena, especialmente una tan sensitiva como la pisciana, nos sirve de evaluación personal ¿hemos trabajado con nuestras emociones? ¿hemos guardado mucha emoción conflictiva debajo del tapete? ¿qué hemos callado o dejado de hacer? ¿qué nos irrita, hiere o preocupa? ¿huimos de las emociones o las abrazamos?

“La luna llena nos pone locos” es una afirmación propia de quien pasa la mayor parte de su vida sin mirar su lado sutil, su energía yin, por eso la sensibilidad desbordada a veces se puede confundir con locura.

La luna llena en piscis del 26 de agosto es una revisión del ciclo semestral que hemos tenido. En un proceso de tanto desapego y cierre –el ciclo de los eclipses– y de redefinición de nuestros vínculos hay mucha emoción vinculada ¿la hemos trabajado? ¿hemos ido profundo? ¿hemos conectado nuestra acción con nuestro corazón? como nos sintamos en esta luna será una buena pista para encontrar las respuestas.

¡Esta Luna es la de la abundancia!

La luna llena es la abundancia y la prosperidad, siempre las magias de luna llena nos conectan con el magnetismo de esta luz plateada que hasta al más escéptico le roban una mirada.

Cuando hablamos de una luna en Piscis hablamos del amor profundo, universal e incondicional ¿les suena a lo que debíamos trabajar este año 11/2? ¡SI! cuando somos capaces de amar como lo hace Piscis, desde el alma, en entrega y conexión profunda, podemos decir que nuestra intimidad se incrementa y el desapego empieza a hacernos amantes libres.

Revisa tu año emocional, revisa cuánto y cómo has avanzado en la tarea de redefinir tus vínculos amoroso, tu forma de amar y recibir amor. Revisa también cómo sientes la emoción profunda ¿como bálsamo o como tsunami? Lo que sientas esta semana es la respuesta a lo mucho o poco que has trabajado en tu mundo emocional.

Volvamos a la prosperidad, un concepto de debemos tratar desde el mundo interno para hacerlo manifiesto. Cuando el mundo emocional está en orden y armonía nuestro corazón es el faro que guía desde la abundancia interna nuestros pasos. Permítete ver la abundancia en tu vida, empieza por los afectos, las emociones positivas, las bendiciones y el milagro en los detalles, hasta evaluar tu mundo material. Y desde esa esencia radiante llama la abundancia que mereces.

101 para sobrevivir a una luna intensa

Aunque el mundo ya está cambiando aún existe mucha resistencia a la energía yin, a sentir. Por eso quiero dejarles unos tips básicos para sobrevivir -y fluir- cuando el mundo emocional se aviva:

  1. Medita: activa o pasivamente, pero mantén calmada a la mente que es la que generalmente lucha más con el sentir. Además, la respiración consciente nos permite sentir sin amplificar. Sentir lo que ES.
  2. Siente, desde el placer: activa tus sentidos y permite que todos tus sentidos puedan sentir placer. Un baño, una textura, sabores, melodías, olores. La sensorialidad nos permite entender que somos seres sensibles y que vinimos a SENTIR.
  3. Deja fluir: si llega una emoción, siéntele sin evaluarla, sin cuestionarte, sin preguntarte por qué está ahí. No hay un “debería” en el mundo emocional. La emoción existe, y ya. Déjala fluir, no toda emoción precisa de acción.
  4. Espacio: toma tiempo para ti. Aunque en luna llena siempre estamos prestos a compartir energía, la intensidad de las energías pueden abrumarnos aún más. Date espacio, “me time”.
  5. Sueña: permítete soñar. Canaliza tu sensibilidad y déjala libre. Deja que te hable y aprende a escucharla. Escucha sus deseos. Déjala expresarse. Seguramente descubrirás sueños nuevos.

En esta Luna llena te invito explorar tu creatividad desde la sensibilidad, aprovecha la empatía y reconoce tu abundancia interna.

Con amor,

Bea.-