Desde pequeños nos han enseñado que sólo vale la pena aquello que se consigue con esfuerzo. De acuerdo. Sin embargo: esfuerzo no es sinónimo de dificultad y lo difícil no es sinónimo de éxito.
Escoger lo fácil es de inteligentes. No se trata de ser conformistas o cómodos, se trata de reconocer aquello con lo que fluyes fácilmente. Eso que se te hace fácil, que ejecutas de manera eficiente con altos estándares de calidad sin que sea una pesadilla, es una GRAN pista sobre tu propósito, sobre aquello en lo que brillas.
Para destacarte en la vida, debes volver a lo simple, justamente a esos talentos innatos que tienes que trabajar con empeño para pulir pero que no representan una dificultad o un dolor de cabeza ¿lo ves? No se trata de estacionarte en la zona cómoda ni de limitar tus esfuerzos a la facilidad, se trata de reconocer y honrar ese don que fluye en ti naturalmente, haciéndote más fácil cosas que para los otros probablemente resulten complicadas.
Revisa en qué eres bueno, cuál es el talento natural que ejecutas con calidad maestra y permítete fluir con eso. Entiende que hacer algo fácil con calidad es un impulso gravitacional que te mueve hacia adelante. Esa facilidad de calidad te da fortaleza interna y mantienes un respeto permanente por ti y tus talentos
Hay dos tipos de “facilidades”la que se ejecuta con calidad y aquella que por “fácil”es “barata”.
La facilidad de calidad tiene poco en el to do list y es brillante delegando. Confía en que cada cosa tiene su tiempo, por ello no se deja atrapar por el estrés. Aquél que reconoce en símismo la facilidad que tiene para hacer cosas con calidad sabe cómo decir “No, Gracias” a aquellos proyectos que se alejan de lo que realmente desea. Habrá quienes lo confundan con renuncia, pero la verdad es que escoger a qué dedicamos nuestra energía es una de las grandes bendiciones de la voluntad ¡Úsala! Para decir que NO a lo que no te enciende y para decir SÍ con gracia, de manera natural, a aquello que se parece más a tus dones, a tu facilidad.
La facilidad barata o cheap siempre anda aspirando a descuentos, a “háganmelo fácil porque me lo merezco”, exigen la facilidad porque no la tienen integrada. Un espíritu “cheap”es propenso a quedarse pegado a una relación porque es más fácil, que lidiar con el corazón partido y además dividir los muebles. El “cheap”esta frecuentemente en apuros, desesperado y buscando opciones que no le son naturales. La desconexión del “cheap”le hace decir mentiras blancas en lugar de hacer la cosas.
Quiero volver a aclarar que escoger el camino de menos resistencia no se trata de tomar atajos, cortar camino, o ser astuto. Muchísimo menos de ser mediocre. Escoger el camino de menor resistencia va sobre optimizar la verdad, sobre repartir las semillas en el suelo más fértil (nuestro talento, nuestra facilidad) para tener el mejor chance de éxito.
Bea Saez
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