Empezar de nuevo es más común de lo que pensamos –o quisiéramos-. El cambio, como ley de vida, ha sido más un cliché que una práctica en nuestra sociedad, por eso nos resistimos, por eso sufrimos.

La flexibilidad es la única garantía antisísmica, en la arquitectura y en la vida. Con bases flexibles la estructura no se desploma ante los movimientos de tierra ¿no es acaso eso lo que quisiéramos nosotros? ¿no desplomarnos ante las “movidas de piso”que nos da la vida? Pues bien, aprovechemos que el shock y el cambio –forzoso o no- por el que pasamos los últimos 2 años nos han renovado –o desplomado-, nos han quitado máscaras, nos han limpiado el camino para empezar de nuevo.

Navegar por este nuevo ciclo implica saber que te tienes a ti mism@, implica conocer con lo que cuentas y, especialmente, recordar todo lo que has superado. La única estructura que no se derrumba es tu propia valía, tu poder personal, tu ser. Tenerte es la estructura más fuerte, pero haz como los barcos, que aún siendo rígidos e imponentes, se dejan llevar. No pierdas de vista nunca la flexibilidad, es el mejor antídoto contra la resistencia y el sufrimiento que ésta nos genera.

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“Las cosas no van a volver a ser como fueron”es tiempo soltar esas esperanzas inútiles o amarres que bien sabes son parte del pasado. Si los últimos 3 meses no fueron suficientemente explícitos para ti, recuerda que mientras resistes más persiste. Deja de mirar los vidrios del choque, deja de aferrarte a las ruinas, llegó el momento de construir de nuevo.

El trabajo de la flexibilidad es soltar tu mente y corazón. No aferrarse a ilusiones y a expectativas basadas en otro tiempo, eso pasó y no va a volver. El cambio es inminente ¿te unes o te hieres?

 Toma aire fresco y navega en lo desconocido. De manera proactiva: acepta y abraza con fuerza lo desconocido, esa es la única realidad.

¿Sientes incertidumbre? asúmela con tu única certeza: tú. Es momento para crear algo nuevo y maravilloso en tu vida. Ya es momento de la acción.

Bea Saez

 

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