Hoy tenemos la luna más enfática del año, la más equilibrada y al mismo tiempo la más prometedora. Es el signo donde se exalta el poder de la nutrición, el magnetismo y el YO – en todos nuestros cuerpos-.

La luna llena en tauro nos invita siempre a encontrar el poder personal en el primer eslabón: nosotras. Self care, self security, self nutrition, self love. Este es el momento en que el universo pasa revista y mira nuestra relación con nosotras mismas; si hemos hecho la tarea nos desbordamos de magnetismo, recompensas y amor; si nos hemos olvidado de la relación con nosotras, nos pone el faro de estadio en nuestras carencias, proyecciones e insatisfacciones, mostrándonos el origen –nosotras-.

Al estar la luna tan próxima a la tierra –lo más cerca que ha estado en los últimos 68 años- la intensidad de estos procesos se magnifican. Ese esplendor que nos hipnotiza por las noches será la luz que nos muestre el camino hacia nuestra raíz.

Feel grounded!

¿Por qué la luna se exalta en un signo de tierra? Porque nos equilibra. El agua necesita un “recipiente” dónde contenerse, o tanta emocionalidad y energía se dispersa. La tierra, a su vez, necesita quien la riegue con sensibilidad para encontrar su gran poder: la fertilidad.

Tauro es el signo de los valores, la otra hija de Venus, la autosuficiencia, belleza y prosperidad. Pero desde el valor propio, desde lo posible, no desde la ensoñación.

El ciclo que hoy se cierra es profundamente transformador, pues está en el eje de las posesiones –Tauro/Escorpio- y bien sabemos que el apego es algo con lo que nos cuesta lidiar. Sin embargo, creo que después de un año tan purificador esta luna sólo viene a decirnos: ¡está en ti!. El poder de renacer, de crearnos de nuevo, de sentirnos cómodos en nuestra piel y de encontrar en nosotras mismas dos cosas: el origen de lo que necesitamos sanar –y que hemos ido pelando poco a poco como una cebolla-; y el secreto para renacer.

A partir de hoy podremos encontrar pistas claras, las que nos apoyarán a cerrar definitivamente nuestros procesos trabajados en los últimos años –y que están profundamente arraigados en nuestro ser-. Deja de buscar en el otro, en la situación o circunstancia y acepta que está dentro de ti. Sí, el trabajo personal no para.

Pero también encontraremos las pistas que nos darán la fuerza para continuar y encontrar un mejor camino, el camino de cuidarnos apropiadamente, de brindarnos amor, de comprender nuestro valor y hacernos valer, de encontrar nuestra fuerza, la fuerza de SER.

What to do?

Profundiza en tus procesos sanadores, asume responsabilidad de tus emociones, pensamientos y energía. INVIERTE EN TI y date el espacio para perdonarte, sanar y redescubrirte.

Sea hoy o mañana, sólo el trabajo personal nos trae recompensas. Trabaja en ti, cuida-te, ama-te, acepta-te, protege-te, valora-te… esta es la luna de quitarnos los tacones, el maquillaje y el outfit; de quitarnos las posesiones, títulos y etiquetas, y aún sí sentirnos divinas, poderosas de GRAN valor.

Esta semana las invito a meditar, a darse amor, placer y disfrute. Conéctense con su cuerpo físico, amplifiquen sus sentidos y algo gratificante pasará: pasará el amor propio y el poder personal.

Con amor,

Bea.-