A penas llevamos dos meses de 2018 pero se sienten intensamente los cambios. Como sabemos el propósito de este año es materializar nuestro Nuevo Yo, y eso es sin duda una tarea que nos genera más resistencia de la que podíamos imaginar.

La manifestación es un proceso que trasciende la virtud de una meta. Manifestar implica también hacer tangibles los desafíos, las limitantes y los obstáculos que tenemos en el incosciente y que debemos disolver para poder alcanzar el objetivo.

Esta luna nueva en Piscis es un regalo del universo porque abre el período de reflexión interior que necesitamos para poder mirar el origen de lo que debemos sanar en función de materializar nuestra nueva versión, nuestra nueva verdad.

El encuentro entre la luna y el sol abre un nuevo ciclo emocional, y Piscis, capaz de “ver” lo que nadie ve, nos aportará la claridad necesaria para contactar con nuestra verdad más profunda. La tarea será soltar todas las capas que hemos ido acumulando y decirle adiós a las máscaras para abrazar, a través de la aceptación, nuestro propósito vital.

Júpiter en Escorpio comenzó a retrogradar hace una semana, la energía expansiva de este planeta en el signo de lo oculto, lo pronfundo y lo intenso está trayendo a la luz verdades nuestras que éramos incapaces de mirar. En su retrogradación lo sentiremos aún más fuerte expandiendo desde adentro, desde lo profundo y más oculto de nuestro ser los patrones, las emociones y los deseos que nos habitan -y que nos limitan.

Este nuevo ciclo emocional que plantea la luna nueva es la energía reflexiva e introspectiva de Marzo-Abril que Mercurio también apoyará con su retrogradación. ¿La buena noticia? El ciclo es fluido y pausado, como el agua pronfuda de Piscis. Lo que contrarestrará la temporada chispeante del fuego de Aries.

¿Cómo aprovechar la energía?

El sábado, y los próximos 2 días son días para plantar intenciones, aunque quizás deberíamos decir para desenterrarlas, porque si una cosa será imprescindible en esta luna nueva es el viaje profundo hacia nuestro interior. Sólo a través de la introspección conseguiremos sincerarnos, limpiar nuestra intención y encausar nuestra energía para alcanzar ese propósito que deseamos con el corazón.

Puede que tú no lo tengas tan claro, pero seguro que tu alma sí. Y, como te comentaba al principio, esta luna es ideal porque además, y como si fuera poco, está en contacto con Quirón. Esto quiere decir que la luna nueva en Piscis ha llegado para descubrir la herida que llevamos en el alma, esa que negamos, que arrastramos desde nuestra infancia. Pero, sobre todo, lo que nos permite este nuevo ciclo emocional que comienza, una vez identificada la herida, es sanarla y volvernos maestros de ese dolor para servir a los otros desde el amor más incondicional.

Let’s do this amigas!

 

Con amor,

Bea.