¿Cansado todo el tiempo? ¿dolor o resequedad en los ojos? ¿insomnio? ¿problemas digestivos? ¿hipersensibilidad o irritabilidad? ¿dolores de cabeza frecuentes? si te sientes identificado con varios de estos escenarios puedes estar sufriendo de fatiga mental, una patología más común de lo que parece.  Octubre es el mes de la salud mental, así que si ya lo detectaste o quieres prevenir el cansancio mental, lo importante es tomar acción sobre el exceso de carga mental con el que saturamos nuestros cuerpos. Para eso te traemos 5 tips de aplicación sencilla, ideal para aplicar diariamente. 

39225

1. Observación: Los budistas lo llaman Vipasana, los psicólogos concentración. Resulta que es mucho lo que miramos y poco lo que observamos, observar implica -para estos días- ir en contra de la dinámica imperante, y es que lo multitasking es muy contraproducente para nuestras vidas.  La observación profunda enfoca todos tus sentidos en la contemplación de un objeto, consiguiendo -no sin disciplina- que podamos fijar nuestra mente en sólo ese objeto y evitar los pensamientos.  El ejercicio puede realizarse con el objeto de su preferencia, los más recomendados son objetos naturales o que evoquen algún elemento de ella. Por ejemplo: un río, el mar, la tierra, una planta, el fuego de una vela, la lluvia… y el reto para principiantes es hacer durante 3 minutos diariamente. Si viniera un pensamiento a tu mente, reinicias el conteo y vuelves a empezar.  Este ejercicio no sólo permitirá calmar la mente y mejorar tu capacidad de concentración, sino que beneficiará tu conexión con la naturaleza, con el tiempo presente y con la belleza en todas las cosas que nos rodean. ¡Bien vale fijar la mirada!

AA032858

2. Ducha consciente:  El agua es un elemento que, en equilibrio, genera calma. De ahí que sus sonidos sean reproducidos desde los indígenas en los “palos de lluvia” hasta en los cd’s de psicoanalistas para sus terapias. Entrar en contacto consciente con el agua es una oportunidad única para aquietar nuestra mente y nuestras emociones. Está comprobado científicamente, el comportamiento de las moléculas de agua y su arco reflejo en nuestro ser (80% agua).  Para hacerlo no hay que esperar ir a un mar paradisíaco o a una piscina templada. Basta con tener una ducha en la que fluya el agua.  El ejercicio consiste en tomar una ducha con luces apagadas, silencio y ojos cerrados -si lo desean pueden encender alguna vela o incienso para aromatizar el ambiente-, de esta forma lo único que se requiere es concentrarse en el recorrido del agua por tu cuerpo, el sonido del agua cayendo, su temperatura y su textura.  No tienes excusas, toma 3 minutos de tu ducha diaria y conéctate con la fluidez del agua. 

5666581

3. Baño de sol o luna: Las propiedades de los rayos del sol y las incidencias de la luna ya no se cuestionan. La exposición al sol de la mañana o el ocaso, y a la luna durante las noches genera múltiples beneficios para nuestros cuerpos.  Quizás es uno de los tips más “extraños”, pero sólo hace falta recordar las recomendaciones del pediatra cuando nace un bebé para reconocer el bien del sol. No hace falta creer que nacemos todos los días, sólo hace falta recordar que todos los días sumamos vida, y que si podemos llenarnos de dorado o plata seguro lucirá mejor.  El ejercicio consiste en exponernos de 3 a 5 minutos diarios bien sea al sol -vespertino o matutino- o a la luna. Cerrar los ojos y sentir la luz que irradian estos cuerpos astronómicos en nuestra piel. Nuevamente, sin permitir que pensamientos pasen por nuestras mentes. De esta forma no sólo liberaremos la mente, sino obtendremos la dosis de energía extra para recargarnos equilibradamente y conectados con los astros reyes.  ¡Una ducha que no te necesita desnudo! No hay excusa para vivir mejor.   

Bea Saez