El primer ejercicio para fluir con paz en la temporada de eclipses fue mental y ya lo habíamos compartido: soltar desde la ganancia y no desde la pérdida.

Pasado el acontecimiento debemos entrar en acción, que de hecho fue la luna en la que se dio el eclipse, luna en aries, el signo del ímpetu, el que abre caminos y, especialmente, el que precisa de movimiento constante.

La mejor forma de soltar es empezar de nuevo, y eso fue lo que nos dijo la energía del universo cuando despertamos el lunes con la luna en su cúspide de energía y en el signo de la acción. Que allí mismo haya sido el eclipse es un mensaje clave: donde soltaste algo inicia algo nuevo.

En la luna llena por lo general trabajamos el cierre de ciclos y la celebración, en este caso –y gracias al eclipse- podemos trabajar diferente con su fase y usarla como fuente de energía. Una fuente que está cargada al 100% y que sin duda nos cae perfecta para recuperarnos de un bajón natural. Así que ¡vamos que el equipo gana!

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– Medita visualizando la luna llena, si la puedes mirar naturalmente mejor, si no visualízala espléndida y brillante al cerrar los ojos, visualízala enorme y concéntrate en su brillo. Cuando percibas que no puede brillar más imagina que tu corazón se eleva y se coloca justo debajo de ella, y entonces ves como la luna baña en esa luz vibrante tu corazón y ve sintiéndolo en tu cuerpo.

Comienza algo nuevo. No te desesperes en buscar soluciones, te lo vengo diciendo desde hace meses: fluye. Pero comienza a tomar pequeñas acciones que en definitiva le digan al universo “estoy trabajando en armonía y de la mano con el cambio que tienes para mí”. Siente qué es lo que quieres hacer y hazlo. Si hay una lección de esta temporada es creer y seguir tu esencia. Hacer ejercicio, leer, investigar para comenzar a estudiar de nuevo, para mudarte… ¡HAZ algo! Lo que te llame en este momento, que todo lo demás irá decantándose.

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Otoño:

Si aún no has visto un cambio, tranquilo. Vendrá. La energía de los eclipse tiene una permanencia de 6 meses, pero vamos, no nos engañemos, todos sabemos aquello que debe terminar. Se proactivo y no esperes un shock. En el shock no tienes las mismas herramientas ni la misma capacidad de negociación para trascender.

Te dejo con una invocación al otoño que nos hacen sentir en esta estación de la regeneración. Deja que el árbol de tu vida se desoje, siente la frescura de la brisa en tu tronco, siente la levedad de tus ramas, siéntete como nuevo. Esta es una oportunidad de volver a nacer. ¡Hagámoslo bien!

Bea Saez