Durante todo 2018 hemos hablado de la manifestación en todos nuestros cuerpos de ese nuevo YO que trabajamos durante 2 años. La misión maestra que ha signado este año ha colocado el desafío de generar una nueva estructura personal y de vida que se corresponda con lo que somos HOY. Lo que muchos creían que era un tema físico -por como entendemos manifestación– resultó ser una circunstancia integral: no podemos sentar las bases una nueva vida en terreno quebrado o vencido. Por eso hemos tenido desafíos de salud, fe, pensamientos y emoción.

Las memorias más profundas de nuestras heridas, el origen de nuestra disfuncionalidad, son la fuente de la inestabilidad de nuestro ser; de allí que este año mientras comenzábamos a liderar nuestra nueva vida también nos encontráramos sanando lo más doloroso de nuestra historia. La misión 11/2 nos habla de la integración de la dualidad: la acción y la emoción. De ahí lo desafiante de los últimos 9 meses que nos han hecho construir sanando nuestro mundo emocional en simultáneo.

Estamos cerrando semanas en las que el trabajo se ha centrado en el poder del corazón y su figura como real “centro de mando”. Si este año nos deja una lección como colectivo, es la de aprender a valorar la importancia e influencia del mundo emocional en nuestras vidas.

Sí, hemos hecho más tangible nuestra nueva versión pero como todo lanzamiento este ha sido un “período de prueba”. La versión BETA ha pasado por un sin fin de pruebas y llegó el momento de hacer pausa, evaluar su comportamiento y la viabilidad de lo que nos planteamos en algún momento como “nueva vida”. Ya no tenemos más tiempo para convivir con lo que no nos funciona. No importa si corresponde a un patrón de infancia o a una ilusión que creíamos posible en esta nueva etapa.

La luna nueva en Virgo llega para iniciar un nuevo ciclo: la optimización de nuestro nuevo YO. Respaldada por Saturno en Capricornio ya directo, este es un período que abre el espacio para -desde la serenidad- evaluarnos y reorganizarnos hacia la versión definitiva de esta etapa de vida.

La versión BETA ha expirado, es momento de encontrar la sabiduría interna para rediseñar nuestro propio plan. ¿Están listas?

Con amor,

Bea.-