RELACIONES TÓXICAS

Relaciones tóxicas son aquellas relaciones que de una u otra manera, las personas involucradas terminan lastimadas, física, emocional y psíquicamente. Lo más paradójico es que son de las que más nos cuesta salir y de las que más enganchados nos dejan.  Podemos tener relaciones tóxicas con nuestra pareja, con un herman@, con un amig@, con nuestros padres, con todos aquellos que de una u otra forma se encuentran en nuestro entorno y son parte de nuestra red social. 

¿Como descubrir si estamos en una relación tóxica? 

Existen muchos tipos de relaciones tóxicas, según el artículo de The Mind Unleashed. Hoy enumeraremos sólo 10 de ellas, ofreciendo una pequeña descripción para poder ayudarte a mejorar tus relaciones y aprovechar esta Luna Menguante y trabajar, en este momento propicio, el desapego apoyándonos en la energía que nos proporciona esta fase lunar. 

1. LAS RELACIONES EN LAS QUE SOLO ESTÁ A CARGO UNA PERSONA: 
¿Te has sentido que eres tú quien lleva la relación o que otro lleva la relación? Cuando es una sola persona la que lleva la relación, toma el control de las cosas y la otra comienza a perder el derecho a opinar porque siente menos presión así, aunque parezca cómodo, cuando quiera recuperar el control de su vida, la relación se pondrá difícil y empeorará. Nunca debes sentirte atrapado en una relación, la relación implica igualad y libertad.  

2. LAS RELACIONES QUE TIENEN LA FUNCIÓN DE “COMPLETARTE” O “LLENARTE”:
“No podia salir de mi casa, pero gracias a ti encontré la libertad que necesito” o “sin ti no soy nada”, estas frases las hemos escuchado muchas veces en nuestra vida, ya sea a nuestros padres, amigos o nosotros mismos en alguna época de nuestra vida. Un padre tirano puede ser el primer indicador para tener hijos que busquen relaciones donde intenten completarse o llenarse con su “media naranja”. Una relación no debe servir para suplantar carencias personales, no nos dejará evolucionar como personas y no aprenderemos a tomar la responsabilidad como individuos para crear nuestra propia felicidad. 
Podemos ver un ejemplo en el papel que realiza Julia Robert en Come, Reza y Ama, cuando se hace co-dependiente de la pareja ( el actor) perdiendo su identidad y sus objetivos para convertir su vida en objetivos comunes a él.  

3. RELACIONES CO-DEPENDIENTES:
Muy parecidas a las del punto 1 pero en ella las dos personas son pasivas y dependientes, una de la otra, perdiendo su individualidad. No es el caso de una dominante y otra sumisa, sino que ambas personas necesitan la aprobación del otro para llevar a cabo cualquier acción priorizando las necesidades del otro sobre las propias. 
“Estoy así por ti” por ti, o “por tu culpa”, es decir todo lo que sentimos es responsabilidad de la otra persona, todo nos pasa por ella. 

4. RELACIONES BASADAS EN EXPECTATIVAS IRREALES O IDEALIZADAS:   
Desde pequeños nos dicen: Encontrarás a tu príncipe azul o a la princesa de los sueños, soñamos con las personas perfectas. Con el pasar de los años nos encontramos con la realidad y tratamos de “cambiar a nuestra pareja” o a nuestra familia, para que sean lo que nosotros queremos. Las expectativas pueden traicionarte y te harán una persona infeliz.

5. RELACIONES EN LAS QUE EL PASADO SE UTILIZA PARA JUSTIFICAR EL PRESENTE:
Todos cometemos errores y lo que mejor que podemos hacer es aceptarlos y aprender de ellos para seguir viviendo el presente. Esta relaciones se caracterizan en exponer los errores del pasado para justificar los errores del presente. Cuando ambas personas de la relación lo hacen,  se convierte en una batalla campal donde cada palabra está llena de culpabilidad y donde su objetivo es ganar la batalla, quien cometió el peor error y quien es el que debe de disculparse se convierten en el día a día de esta relación que está destina a separarse. El rencor y la culpabilidad, “porque tu”, por tu culpa o estoy así desde que te fuiste, son palabras que se repiten no sólo en las parejas, sino en algunas familias. El pasado pasado es, y pasado debe ser. 

6. LAS RELACIONES BASADAS EN MENTIRAS CONTINUAS:
Cuando basamos nuestra relación en mentiras continuas, nuestra relación se debilitará y se convertirá en una adicción. Una persona que miente, nos mentirá hasta que esa mentira se convierta en realidad, nuestro trabajo es no caer en es rutina y salir de ella enfrentando y buscar la verdad por sobre todas las cosas. 

7. RELACIONES EN LAS QUE EL PERDÓN NO TIENE CABIDA Y EN LAS QUE NO HAY INTENCIÓN DE REPARAR LA CONFIANZA:
La confianza se puede reparar pero si te encuentras en una relación que no hay intensión de repararla no tiene sentido. Debemos trabajar nuestro propio crecimiento personal y dar paso al perdón para continuar, sino crearemos una relación llena de reproches y tarde o temprano será una relación tóxica. 

8. RELACIONES EN LAS QUE LA COMUNICACIÓN ES PASIVO-AGRESIVA:
El sarcasmo y el cinismo son las bases de estas relaciones tóxicas. No necesitamos palabras fuertes o mal sonantes para agredir a otra persona. 
¿Cómo darnos cuenta de una relación pasivo agresiva? 
El juego de las indirectas, la comunicación hostil, la burla y hacer cosas sutiles para molestar a la otra persona hasta que nos preste atención son algunos de los ejemplos de una relación tóxica. A veces un “sí mi amor” puede sonar despectivo y molesto. Juzgar a la familia, compararse con un familiar dando a entender que eres “más inteligente” o “más talentoso” puede convertirse en una ofensa. Por ejemplo: ”a ver si se te pega algo bueno de mí“

9. RELACIONES GOBERNADAS POR EL CHANTAJE EMOCIONAL: 
Un tirano o una tirana, sabe cómo utilizar las emociones como un arma para hacer lo que nosotros queremos. Al final la persona cede al comportarse de otra manera para que su pareja o familiar esté feliz. Aquellas palabras como: “ si estudias medicina harías muy feliz a tu papá” o “Si me quieres de verdad, lo harías por mi”. Una mejor comunicación y respetar a la otra persona como individuo libre nos ayudará a tener una relación sana. 

10. RELACIONES QUE QUEDAN EN UN SEGUNDO PLANO: 
Todos tenemos problemas, el trabajo, el estrés las responsabilidades y los hijos son piezas fundamentales en nuestro crecimiento como personas. Cuando dejamos a un lado la relaciones para que nuestros derechos y deberes tomen su espacio, estamos dejando de dedicar tiempo y calidad a la relación. Las personas requieren la presencia, la atención, el tiempo y el esfuerzo para fortalecer más los lazos de amor y amistad. 

Para cambiar, comienza a poner límites a tus relaciones personales, pero  ¿Cómo creas límites saludables?