Estamos a un día del cambio de estación, mañana tendremos el solsticio de Verano/Invierno y con él los cambios internos.

De este lado del mundo el Verano nos indica que es hora de mostrarnos, de disfrutar, de conectarnos con el disfrute ¿les suena? ¡Sí, es la estación naturalmente #tántrica!

Con la B69 estamos trabajando el dolor como una fuente de información para alcanzar el amor divino, el placer. Pues bien, que el invierno nos de esa información mientras el verano nos conecta con la promesa.

El dolor no es el camino, es importante que lo sepan. “El sacrificio pasó de moda” diría una amiga lectora, porque hemos descubierto que la evolución nos está conduciendo hacia el bienestar, la felicidad. Sin embargo, cuando llega un dolor a nuestra vida podemos accesar a la sabiduría que está en él. No sólo la razón de su presencia, si no la capacidad y el potencial que se activa en nosotros como mecanismo de superación.

Allí reside la luz interna de nuestras capacidades no exploradas, talentos que no reconocidos por nosotros mismos, esas habilidades naturales que surgen para sacar lo mejor de uno mismo –o por negación, lo peor.

Si hemos trabajado la intención consiente, el deseo del alma, ver afuera lo divino. Con el solsticio llegó la hora de apropiarnos de todo lo aprendido. Yo soy la intención, yo soy el deseo y yo soy lo divino.

Proyectamos lo que deseamos y lo que rechazamos. Verano o Invierno, el solsticio nos indica que es momento de apropiarnos de todo lo que somos, para brillar con luz propia (verano) y encontrar nuestro calor interno (invierno). Acá les dejo una meditación para llegar a nuestro corazón.

Este mes con el sol en Géminis, buscamos nuestra propia voz, pensamientos, patrones… buscamos la verdad en nosotros. Y si bien ha sido un mes de rapidez mental –hasta la distracción- saben que ningún cierre de ciclo se da sin consciencia. Si queremos estar en sintonía con este poderoso solsticio hay que parar y hacer el trabajo ¿qué me sabotea? ¿qué hay detrás de cada pensamiento identificado? ¿qué sería yo sin ese pensamiento, patrón o emoción? ¿sé quién soy?

Este solsticio marca también la entrada al mes Cáncer y con este signo el llamado es regresar a casa. Sin paz la ruta se hace escabrosa, así que como parte del ritual incorporemos un momento de paz y desprendimiento de tanta racionalidad geminiana, vamos al corazón –que ya debemos tenerlo un poco más objetivo que hace unos meses- y sientan que todo lo vivido estos últimos días queda atrás y elijan con qué se quedan.

Para el solsticio les traigo rituales ¡estén atentas a mis redes sociales! mientras tanto les adelanto: dejen todo ordenado hoy en la noche, saquen sus cristales u objetos de poder a limpiarse con la luz de la luna, cambien sus sábanas y toallas y, si pueden, tomen un baño con sal marina antes de dormir.

Mi recomendación ya la saben: quédense con el amor divino, con el placer y con una frase > “soy el milagro”.