Cuando el sol está en su casa –Leo- brilla a todo dar, como deberíamos brillar todos. La pregunta es ¿realmente brillamos en nuestro entorno inmediato de la misma forma y por las mismas razones que brillamos en otros círculos sociales? ¿nos sentimos igual de cómodos en casa que fuera de ella –y viceversa-? Y no menos importante ¿brillas por tu autenticidad? ¿brillas con la luz de tu nueva versión?

No es de extrañar que el ciclo energético en el que hemos trabajado durante más de un año haciendo el trabajo de re-definición del YO haya sido mientras los eclipses sucedían en el eje Leo-Acuario, que es el eje de la identidad personal y nuestro lugar en el colectivo. Traducción: la fuerza de dejar ir que tienen los eclipses nos han permitido cerrar ciclos de identificación personal  caducos, permitiéndonos construir a través de sus portales nuestra nueva – y más auténtica-  versión.

De esto hemos hablado mucho, sin embargo, a diferencia del eclipse lunar que tuvimos hace un par de semanas, los eclipses solares trabajan sobre energía práctica y concisa. Es por esto que el último eclipse del eje Leo-Acuario viene a pasar revista del proceso que inició en 2016 y se afianzó en 2017, ¿quién SOY?

¡SOY YO! Grito con confianza y aún un poco de timidez, ¿y ustedes?

Debemos aprovechar la introspección propia de la luna nueva para evaluar nuestra luz y con honestidad mirar si es coherente la forma en la que nos mostramos en todos los roles de nuestra vida.

Ciertamente construimos una identidad compleja que se nutre y se esparce en diferentes ámbitos: la familia, el trabajo, los estudios, los amigos… y si bien es sano mantener límites, ahora más que nunca estamos llamados a SER libre y enteramente lo que en realidad somos. No lo que se supone debería ser en cada uno de esos entornos.

Ese ha sido el trabajo de año y medio –o más- pero, esta luna nueva/eclipse parcial de sol, nos hace un llamado de atención, una señal de stop que, junto a los 7 planetas retrógrados que tenemos en el cielo,  nos invita a ser uno solo, a mostrarnos sin temores y sin patrones que otros han construido. Este es el momento para apagar las luces artificiales que activamos por una u otra razón –generalmente por la necesidad de aceptación y el miedo- y que no nos pertenece.

A partir de ahora debemos abrazar nuestra luz propia, nuestros más profundos deseos, nuestro YO y salir adelante desde la autenticidad.

¿Cuál es el miedo a que te conozcan y miren por lo que te apasiona? ¿la vulnerabilidad? ¿la vergüenza? ¿el cambio de tu propio plan?

Si de algo podemos estar seguros es que este proceso nos saca del closet, la pregunta es ¿vas a enterrarte vivo? ¿o vas a enterrar las caretas para VIVIR a plenitud?

Con amor,

Bea.-