Reconocer el problema, cambiar mi vida “with a little help from my friends” ¿y ahora? Etimológicamente, la compasión proviene del vocablo griego que significa «sufrir juntos», «tratar con emociones …». Más intensa que la empatía, la compasión por definición es la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo tal sufrimiento.
Inauguramos el camino de sanación del corazón identificando nuestro propio sufrimiento, pero en esta última fase ya no se trata de nosotros: se trata de los demás, de cómo podemos apoyar para que su sufrimiento cese, para que su corazón también sane.
Sólo cuando experimentamos la entrega total por el otro, nuestro ego hace silencio y el sufrimiento es apenas un mal recuerdo. El ejemplo más claro, aunque no exclusivo, de esta manifestación de amor incondicional lo encontramos en la madre. Desde que el bebé nace, nace en la madre, el corazón de un Bodhisattva. Desde ese instante, todo lo que hace o dice está orientado en darle a su bebé lo mejor de sí, su vida si fuera necesario.
Darse: eso es el amor en su entrega total. Trabajar por paliar o reducir el sufrimiento del otro, por ello el amor de los padres es el ejemplo más claro de un corazón compasivo.
Pero no hace falta ser padres para alcanzar un nivel de felicidad y de pureza en nuestro corazón que nos permita estar listos para dejar a un lado el Ego y comenzar a relacionarnos de manera única: desde la compasión, pensando ya no en superar nuestro sufrimiento para alcanzar la felicidad, sino en qué puedo hacer para eliminar el sufrimiento ajeno, para que “el otro”, quien quiera que sea, también sea feliz.
Cada relación es una joya. Un corazón compasivo también lo es. La mejor manera que tenemos de cuidarlo es compartiéndolo. Sí. Compartiéndolo. Abre el corazón, ábrelo con confianza. Si has trabajado en ti; si te hiciste responsable de tus actos, de tus emociones, de tus sufrimientos; si no eres la persona del pasado porque has tenido la valentía de transformarte; si experimentas un amor compasivo que va más allá de conceptos, creencias y juicios, es el momento: abre tu corazón. Abraza tu herida, agradécele haberte traído hasta aquí y entiende: has sanado.
Bea Saez
BEA Method
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