Como saben para mí el color es una fuente y un vehículo para sanar desde el alma. El primer trimestre usamos el turquesa de la botella de Aura-Soma B86. Su mensaje es comprender la luz sobre el camino de la individuación. El poder conectar con tu interioridad para descubrir tu poder, tu verdad, tu manera única de hacer las cosas en tu propio ritmo, siempre alineado enfocado a tu propósito. En un año misión 3 donde la alegría y la creatividad también nos impulsa a buscar nuevas formas de conexión, la energía del primer trimestre junto al color turquesa nos llevaron por una ruta escabrosa por momentos hasta comprender cuál es el sentido de la vida, identificar cómo quieres vivirla por encima de lo que piensa o crea el otro pero en comunión contigo mismo. El trayecto de la botella B86 nos enseñó cómo entrar en la comunicación profunda del corazón. Para traer a nosotros la claridad mental y la habilidad de comunicar asertivamente los sentimientos y emociones desde el corazón. Y ese es el trabajo que, sin importar el trimestre, tendremos durante todo el año.

En este nuevo trimestre nos recibió con la energía de dos lunas llenas en Libra para trabajar el cierre de ciclos en relaciones, el color coral aparece para acompañarnos y enseñarnos sobre la sabiduría del amor. Cómo ser capaces de ir más allá de nuestro propio reflejo.

Desde hace unos años se ha despertado una ola de manifestaciones ante situaciones no expresadas y negadas de abusos, discriminación o falta de derechos. Lo hemos visto con el movimiento #metoo y con otras manifestaciones sociales y políticas donde se ha tenido que negociar nuevas maneras de trato y relacionamiento dentro de una nueva sociedad que aspira ser respetada, aceptada y valorada. La lección está en si nosotros podremos mirarnos y reflexionar qué esta detrás de todo esto en cada uno de nosotros y de qué manera nos ha removido el pasado, así es como miraremos más allá de nuestro propio reflejo.

Por supuesto que lo encontraremos en nosotros será impactante y ahí yace el poder de sanación. Pero siendo tan fuerte -y probablemente es lo que vieron entre marzo y abril- es necesario que atravesemos el proceso con la sabiduría del amor aplicada a nosotros mismos, honremos, perdonemos y liberémonos para encontrar algo nuevo más allá del dolor personal o colectivo. Esto lo podemos ver ahora porque hemos recorrido un camino de autoregeneración. Esto lo tenemos que trascender para realmente fundar nuestra vida en un terreno sano, sin grietas.

Abrir los ojos internos y contemplar nuestra propia sensibilidad siendo observador activo de nuestros propios procesos puede ser algo complejo, pero si lo hacemos desde el amor y no desde la competitividad o enfocados en “el logro” sentiremos el poder de enfrentarnos y sanarnos nosotros mismos.

Atravesar el proceso con amor es sanarnos. Expresar el potencial que tenemos de amarnos es amar con sabiduría. Eso es lo que haremos este trimestre apoyados en el coral y la botella de Aura-Soma B87 y, aunque no lo sintamos, lograremos integrar nuestra propia conciencia divina. Este es el nivel del upgrade, que tenemos 3 años haciendo, en el que nos dan el certificado, it’s done!

Después de comenzar el proceso de individuación entendemos que mientras más nos conocemos, despertamos nuestros talentos y expresamos desde el corazón. Sólo así somos capaces de entrar a una compleja comprensión de la interdependencia y hacer un puente hacia un nuevo tiempo de nuevas formas de cooperación, comunidad y universalidad.

El coral nos invita a traer esa creatividad que mostró el turquesa, usarla y compartirla. Pero primero debemos sanar con conciencia y aceptación la línea del tiempo, el linaje ancestral, el amor no correspondido, la sexualidad reprimida, la sombra de la discriminación social, de genero, tribal a un nivel celular… y, como si se tratase de una formula alquímica, transformar el trauma en compasión activa hasta que la sabiduría del amor ocurra. Esta integración es la oportunidad de ser unidad y totalidad.

Aprendiendo a movernos mas allá de la dualidad y de nuestro temor de separación. Entendiendo que somos un todo interconectado, con la consciencia plena de la interdependencia y sus bendiciones.

Apóyate en el color coral durante este segundo trimestre para trascender el último proceso que nos llevará a la manifestación: la promesa de la primavera y la luna creciente.

Con amor,

Bea.-