La “temporada de eclipses” la tenemos todos los años, sin embargo. ESTA viene marcada por la transformación. ¿Por qué? Esta vez estamos arropados por una nueva configuración estelar, hemos pasado décadas como colectivo e individuos elevando nuestra consciencia y, aunque el noticiario pareciera contradecirnos, hemos cambiado interna y externamente. Es momento de manifestarlo.

¿Cómo se construye un nuevo mundo? ¿cómo nos aproximamos a una nueva era? demoliendo lo que ya no vibra con nuestra nueva frecuencia. He ahí la clave de esta temporada de eclipses >  lo definitivo.

Llegó el momento de cambiar las estructuras, es mejor prepararnos para tomar responsabilidad con claridad y templanza. ¿Cómo y en donde debemos pararnos en nuestra vida? ¿qué shift debemos hacer dentro y fuera? todo esto se verá reflejado en nuestros patrones, que como la lava de un volcán parecen surgir de lo más profundo de nuestro ser para poder ser reconocidos. La lava trae destrucción y con ello una gran purificación, ¿estamos preparados para caminar sobre fuego? si has venido haciendo el trabajo, por supuesto que sí.

Una puerta se cierra y una nueva está a punto de abrirse. Durante este proceso de seis meses, con la fuerza de nuestro poder interno, daremos un gran salto en nuestra evolución.

Si eres de las que has trabajado en si misma, has invertido en ti y/o en tu proyecto de vida, probablemente las cosas no salgan exactamente como querías, pero de seguro se cristalizará una nueva realidad que estuvo mucho tiempo bajo la superficie y ahora se manifiesta ante ti. Good for you baby.

¿Cómo fluir mejor en este tránsito?

La manera en que te cuidas, proteges y atiendes hará que este sea un proceso de transformación consciente y no un terremoto. Nada es malo o bueno, todo es maravillosamente perfecto, en esa aceptación podemos fluir y recibir el regalo que se encuentra detrás de todo. Recordemos que el cielo es siempre azul aunque haya nubarrones o tormentas, detrás de las nubes siempre hay un cielo azul.

¿Qué hacer? por ahora sintonizarnos con el universo -interno y externo-, hacer las pausas sagradas, escucharnos, acallar el ruido ansioso, identificar aquello que acaba y visualizar aquello que emerge, ya sea como visión, materialización de un sueño específico o simplemente el “encuentro 3D” con tu poder interno.

Conecta con tu cuerpo, hónralo estando presente. Qué siente, qué desea, qué necesita…. ¿sacudirse? ¿nutrirse? ¿descansar? ¿danzar? Comienza con lo básico: escuchar y cuidar tu templo. Ríndete ante él haciendo rituales, purifícalo física y energéticamente, escucha en el silencio lo que grita y susurra. Ámalo.

Escribe lo que sientes que debes cambiar, eliminar, incorporar y amar de tu cuerpo. Siéntelo como si de un hijo se tratara. No solo lo físico, también haz un “scaneo” energético. ¿Cómo esta tu energía? ¿hay tensión, dolor? ¿cuán flexible está? ¿qué emoción está detrás de esa bola en el estomago? ¿cómo estás durmiendo? ¿qué te preocupa? ¿qué te ocupa hoy? ¿disfrutas de la vida? ¿cómo está tu ánimo?

  • Puntos claves:
    Revisa paso a paso tu vida. Toma responsabilidad.
    Revisa los límites hacia aquello que no es aceptable.
    Tu eres la divina autoridad en tu vida.
    La gentileza comienza contigo misma.
    Honra tu proceso y sana con amor, pero también determinación.
    Purifícate, estás soltando el karma.

 

Con amor,

Bea.-